Jacinto Amores

Si uno no busca lujo, espacio amplio, pero comer bien y acorde con el precio esta es una buena opción, el detalle es que si tenes que esperar, a que se desocupe una mesa, te ofrecen una copa de champagne mientras tanto, es un buen detalle que no todos los restaurantes lo hacen. La comida simple, buena y en cantidad moderada. Si bien las mesas están muy juntas el detalle es que te ponen una mesita para las bebidas y aderezos.
Lo único que le resta un poco es que algunos mozos no se esmeran lo suficiente, es como que no ven la hora que te vallas. Pero por la comida no creo que nadie se queje.

Anoche fuimos a Jacinto Amores, la verdad, nunca lo había escuchado nombrar, fuimos porque habíamos comido en la esquina de enfrente la semana pasada, y queríamos probar este lugar también.
El lugar está decorado con cosas bien «de campo»: herraduras, muchos cuadros de gauchos, paisajes de campo y caballos. Tiene un sólo televisor, algo que la verdad me agradó. El señor que está sentado en la recepción es super amable, nos dijo que nos sentaramos dónde quisiéramos. Elegimos una mesa para dos, pero con el extra de que tenía una mesita de apoyo, super importante! odio andar jugando al tetris con los platos cuando salgo a comer!
Nos trajeron la carta, y nos invitaron con un platito de carne al escabeche que estaba muy pero muy buena! En la carta nos encontramos con entradas, ensaladas, minutas, guarniciones, carnes, parrilladas, pescados de río, mariscos y pastas. Las parrilladas tenían mucha pinta, te la traen con una «mini parrillita» para que se mantenga caliente, pero habíamos comido asado al mediodía.
Optamos por las carnes, novio lomo al champignon con papas noisette ($ 100 el plato) y yo Fillete de pollo al champignon con papas noisette ($ 80 el plato). Llegaron en seguida! menos de 10 minutos. La presentación muy linda también. y el sabor? GENIALES! estaban muy muy ricos! Quedamos tan satisfechos que no pedimos postre.
Otras cosas agregar: el mozo que nos tocó no era el mejor quizás… se quería ir antes de que le terminemos de pedir, no sabía bien la contraseña de Wi Fi, le pedían un vino y se escuchaba que gritaba en la cocina «Trapicheee».
Los baños están adaptados para discapacitados, pero para ir hay que bajar un escalón…
No te venden cerveza chiquita… novio tuvo que pedir una de un litro (por primera vez aprovechó que novia ya tiene carnet y no toma alcohol, le gustó… sonamos jaja)
Nos regalaron una tarjetita, en la que nos invitan los martes el postre sin cargo, o los jueves un vino Nieto Senetiner de 750 cc. si comprás otro. La cosa es que la tarjeta dice que vale para enero y febrero, estamos en marzo…