Café Botánico

Me comí un delicioso sándwich de berenjenas. Parto por eso porque de verdad era muy rico y recomiendo pedirlo. Se llama mano de monja o algo así. También pedimos uno de salmón con queso crema y pepinillos, muy rico también pero algo hostigoso por el sabor predominante del salmón y lo grande del sandwich.
El lugar es agradable, lleno de plantas obviamente, se llama Botánico. Fuimos un domingo y era muy tranquilo. Para relajarse, incluso de los parlantes sonaba un piano que hacía más relax el ambiente. En febrero había poca gente, pero en el año en las tardes aparecen más personas. Da la sensación que es un café de barrio, con comensales que van regularmente y conocen a los meseros.
Dos cosas para mejorar. 1. La limpieza de las sillas, tenían bastante polvo. 2. El café era aguado y me imagino que debiese ser el fuerte de todo lugar que llame Café.

Excelente terraza para un almuerzo de verano, como su nombre lo dice muy botanico, plantas alrededor en un entorno encantador.
A la hora de almuerzo ofrecen dos opciones de menu vegeratiano, a precio muy conveniente, el cual incluye; jugo natural, entrada, y plato de fondo. Muy sabroso todo y bien presentado.
Para el postre, no te puedes perder el delicioso crumble de berries, olvidable.
La atencion muy amable.

En mis tiempos de estudiante tuve la suerte de vivir en una casona de la calle Gerona que tenía un portón casi onda medieval. Gerona es una calle cortita que se ubica entre Holanda y Jorge Washington a media cuadra de la plaza Ñuñoa.
Ahora han construido dos grandes edificios uno en donde yo vivía y otro al frente, por esto la calle perdió un poco su característica de callecita íntima de barrio, sin embargo, aún quedan algunas de estas casonas en la cuadra como por ejemplo donde se ubica el Café Botánico.
Esta casona es típica de las construcciones que predominaban en esta comuna por este sólo hecho el Café Botánico ya es un lugar atractivo para mí.
Ahora en el interior del café hay un ambiente muy agradable y un jardín tan especial que de inmediato relaja y te saca totalmente de la rutina por un rato.
El servicio es bastante familiar y tienen una pastelería bien rica. Lo mismo con los menú diarios de almuerzo que son entre gourmet y sanos diría yo, el otro día había una crema de tomates frescos que estaba exquisita

Lo mejor de este lugar la terraza, es como sentanse en medio de un jardín oriental, quizás por las plantas, por las madera, por la tranquilidad o por el conjunto de esas cosas.
Si trabajas por Ñuñoa y quieres desconectarte unos minutos de un día muy pesado, este un lugar ideal, a pesar de que se encuentra a pasos de la municipalidad (como dos cuadras, casi tres) la tranquilidad te transporta muy lejos del stress.
El café es bueno, quizás no tiene nada muy fuera de lo común, pero el espacio que tienen preparado para disfrutarlo, hace que sea un total agrado y descanso cruzar su puerta.

¿Hay algo más relajante que tomarse un café o degustar un rico sándwich o pastel rodeado de cientos de plantas?
Así se puede sentir en este lugar, ubicado en el centro cultural La Plaza, en Ñuñoa, especial para ir en pareja o grupos de amigos a sentarse a comer mientras se puede apreciar la variedad de plantas que rodean su terraza, donde se encuentran la mayor cantidad de mesas.
Cuando lo conocí, me gustó su concepto de un café en medio de un oasis, que transmite tranquilidad, buen ambiente y estilo, ya que hay veces que se puede escuchar grupos musicales. Es más, en la terraza hay un pequeño escenario con un piano.
Esta temporrada fría no es un impedimento para ir, ya que posee calefacción y aunque cuenta con un espacio interior, es mayormente cotizado su exterior.
Hay platos caseros, saludables, así como variedad de cafés y sándwiches que llevan los nombres de las plantas. Un imperdible para tener un momento distendido y mantener una buena conversación con los amigos.