Hansoban

Comida coreana original, ¡por fin! Hay algunos locales del mismo sector que tienen precios un poco mas baratos, pero aún así este local merece 4 jumbitos por la atención, lo bonito del local, y lo sabroso de la comida.
No me gusta que cobren por el agua, especialmente porque es necesaria para comer comida tan picante, pero parece que es un mal del restaurant chileno, donde solo te ofrecen agua embotellada.
Lo recomiendo (¿quien pensaría que en Patronato se esconden locales con comida tan rica?)

Muy buenas parrilladas coreanas, un lugar diferente y entretenido.
Por fuera una combinación de piedra y vidrio de color oscuro, sencillo, pero con un toque de elegancia que contrasta dentro de su entorno en Patronato, al entrar varias mesas con comensales coreanos, lo que me pareció una buena señal.
Debo confesar que tengo poca experiencia en este tipo de comidas y que tenía hace tiempo ganas de probar las parrilladas coreanas, por lo que me encantó ver que al llegar a mi mesa esta contaba en su centro con una especie de disco para dicha preparación, además de un extractor de cobre para el olor (aunque no estoy segura si fue tan efectivo).
Mi amigo ya había ido varias veces por lo que me dejé guiar, aunque la carta era bien didáctica y te indicaba cuan picante era cada plato.
A los pocos minutos, ya teníamos instalada nuestra parrilla, pedimos «La Galbi» que es tira de costilla marinada en salsa especial, cero picante. Te traen la carne cruda aliñada y en la mesa te ponen distintos platitos para compartir, «banchan», estos platitos pueden variar en número, dicen que en Corea van de 3 para la clase baja hasta 12 para la realeza, en nuestro caso fueron 8: «kimchi», zapallitos con sésamo, tortilla de verduras, mollejas, brocolí con una salsa, cebolla, entre otras cosas, más un plato de arroz para cada uno, lechuga, huevo batido que se pone en uno de los costados de la seudo parrilla, un plato con soya + aceite de sésamo y otro salsa que no sabría como explicar, pero muy buena.
Luego viene la parte entretenida que es armar tu plato, la carne es delgadita por lo que se hace rápido, además te pasan pinzas y tijeras para cortarla, la idea es armar una especie de taco con todos los ingredientes… cortas la carne y el huevo, lo aliñas con las salsas y lo pones dentro de la lechuga, luego agregas todo el resto de ingredientes que te tinquen y tratas de comerlo como si fuese un taco… debo decir que me resultó bastante divertido comer con la mano, a pesar de que mi motricidad fina no es muy buena y en varias ocasiones se me desarmó todo.
Además de eso pedimos una tortilla de mariscos y verduras que estaba buenísima, aunque fue demasiado ya que era grande.
En fin, fue una experiencia diferente y entretenida, definitivamente volvería, en especial con un grupo de amigos. Además los precios son bastante razonables.
Ojo que a pesar de que está comida es bastante sana porque no usa mucha fritura, no estamos tan acostumbrados a sus aliños y sabores, por lo que puede parecer no tan liviana.
Pd. El famoso «banchán» no son aperitivos, aunque los que no sabemos podríamos comerlos como tal, la idea de este es combinarlo y compartirlo con el plato que elijamos.
Pd2– Kimchi es una especie de col china fermentada, un poco picante, que para los coreanos en un infaltable en todas sus comidas.

This is the second time here and the food is excellent although I am far from a being a connoisseur. The attention is fine although definitely not outstanding.

Simplemente fabuloso. el Osam bulgogi una maravilla para los que nos gusta el picante. probamos también la tortilla, la mejor que he probado. también buena atención. volveré.

Muy rico y amplia variedad. Grato ambiente y muy lindo lugar. Recomendado el Bibimbap servido en un plato caliente. El kimchi, increíble!

Creo que el error fue nuestro de haber ido a Hansoban y no pedir yakiniku.
En cambio pedimos un bibimbap y una ensalada. No estaban mal pero he comido mejores bibimbap en otros restaurantes coreanos de la zona.
La próxima vez iré por el yakiniku y ahí tal vez cambie mi opinión sobre el lugar.

No se deje engañar por lo elegante del diseño, este lugar no es tan caro como lo parece. De hecho, me atrevería a decir que no sube mucho con respecto a la picada coreana llamada «Sukine».
Hasta que por fin me atreví, junto a unas amigas que disfrutan de la comida coreana (y del, ejem, kpop) a entrar en este lugar. Nos sorprendimos de verlo vacío, pues sólo habían dos coreanas, que parecían ser las dueñas, almorzando allí. Entramos y lo único que hicieron fue huír. dejando la comida en la mesa y nunca más volvieron… sí, fue un poco incómodo.
No sentamos, y llegó una chica atendernos, con una actitud bastante antipática por lo demás. Nos preguntó si alguien nos había comentado que de 16:00 a 18.00 estaba cerrado, le dijimos que entramos y nadie, ni siquiera las coreanas que estaban comiendo, nos avisaron que no estaban atendiendo.
Cuento corto, ese incidente marcó toda nuestra atención. La mina nunca cambió el caracho de perro, pero, por lo menos la comida valíà la pena y el lugar era bien bonito.
Me arriesgué con un arroz salteado con mariscos y salsa de soya. Éste se sirvió envuelto en una tortilla de huevo y con salsa de tomates (se debe comer todo junto) pues el arroz solo me pareció un poco desabrido. Los platos que pidieron mis amigas estaban muy, pero muy ricos!
Lo que no me gustó mucho fue la sopa y creo que todas acordamos en que no tenía sabor a nada.
¿El banchan? muy surtido y bien rico por lo demás. El kimchi es mucho más rico que el que sirven en el Sukine. Reúné las tres «B», pero agradeceremos que, en un futuro, pongan un cartel diciendo que está cerrado en ciertas horas del día.
Ahhhh…con cuidado si van sin efectivo. Al menos, ayer no tenían servicio de transbank.

No cabe duda que la comida asiática es una bendición para nuestros paladares latinos. Al menos para mí lo es. Desde chico siempre he disfrutado aquellas preparaciones, principalmente porque cuando uno las intenta hacer en casa, jamás resultan.
Por eso mismo, si desean probar comida coreana de verdad, y en un auténtico barrio coreano (La Corea de Patronato), vayan a Hansoban Korean B.B.Q, Río de janeiro 248. Desde ya les recomiendo el kimchi, plato típico de ese país que usa como ingrediente principal una verdura que se llama col china (sí, pensé lo mismo), similar a la lechuga. Pica, así que no llore.
Ah, y si se sienten intimidados por los automóviles de los coreanos que repletan el lugar, recuerden que todos ellos son exitosos, así que la austeridad ahí no tiene cabida. No hay paaaaabreza.

En la escuela de Taekwondo solemos ir a celebrar a este local (le gusta mucho a mi Maestro Coreano, ya que la comida es realmente buena). Sin duda este es uno de los lugares favoritos de la colonia coreana para ir a comer.
Debo decir que todos los platos que he probado son deliciosos y el lugar es muy ameno y cómodo para ir de a dos o con grupos grandes. Ahora para quienes les gusta el alcohol, la carta no es muy extensa.
La atención es rápida (y si es tu primera vez, te hacen una clase magistral de la carta y de que es cada cosa). El precio igual es más caro de lo habitual, pero es tan requete bueno que en verdad vale la pena ir a disfrutar.