Le Bistrot

Me encanta este lugar, es acogedor, se come muy rico y los precios son correctos.
En particular los platos de pasta me parecen deliciosos, sobre todo el de fettucini con trufas, y la Tarte Tartin, riquísima!

This chic restaurant hidden away is by far my favorite restaurant in Santiago, Chile with a small menu every item on here is to die for, must try their crepes and the rabbit! Their staff is well educated and super friendly (it’s a privilege in Chile) I ate here once a month during my 3yr stay. Definitely would go back just to eat here again!

¡Va otra estrellita para este lugar que se ha convertido en uno de mis favoritos! Bien merecido se lo tienen.
La excelente atención y la alta calidad de sus platos permanecen intactos luego de varias visitas al lugar. Esto resume el porqué de mi nueva calificación.
Se lo recomiendo sin pestañear.

Soy Francesa y confirmo que este lugar esta rico y con platos tipicos franceses. Lo recomiendo

El servicio es bueno, pero lo mejor es la comida. La relación Calida/​Precio es excelente, vendría otro día solo a comer postres

La verdad es que yo NUNCA había probado la verdadera comida francesa hasta que llegué a almorzar a este local un día… NI SIQUIERA EN FRANCIA!!!
Es una explosión de sabor incomparable… El mejor Filete Mignon que me he comido en mi vida!!! Acompañado de papas doradas en grasa de pato que te dejan con tremenda sonrisa. Para finalizar, un panqueque relleno con caramelo y crema encima… Sin palabras.
Me han recomendado probar el pato y, definitivamente, es un lugar para volver una y mil veces. toda reseña que lea (incluso la mía, queda corta).

Este lugar es por lejos uno de mis favoritos en Santiago. La atención es buena, el local es cálido y relajado. La comida es clásica y los precios son muy razonables. Mis platos favoritos son: el pato a la naranja, las papas confitadas con champiñones, el tartar con queso azul y manzanas verdes, y los mejillones al vapor con papas fritas. No me canso de venir y con los años han mantenido su calidad intacta lo que es un gran logro.

Muy buen restaurant francés. Los precios son razonables, tienen buenos vinos y postres. Comimos unos moules frites y postre de chocolate. Tomamos un excelente vino Calcu.

Pésimo servicio.
Brevemente algunas de las razones son:
— No retiran nada durante toda la comida (comimos el postre con una copa de aperitivo todavía en la mesa).
— Las cosas que pedimos las olvidaban y había que pedirlas 3 veces.
— Le pido al Garzón que por favor limpie la mesa y responde con mala actitud como si estuviera pidiendo algo extraño. Soberbia.
— Hablo con el administrador para contarle todo esto y… nada… Escucha en silencio.
Una decepción, vine un par de veces antes y era distinto. Esta vez sentí como que me estaban haciendo un favor por atenderme.

Primera comida francesa.
El pato en todas sus formas: muy bueno.
Las ensaladas con nueces y manzana: exquisitas.
El queso camembert apanado: de lujo.
Un poco escondido el lugar, se llena mucho y muy poca luz.

No pudimos haber escogido un lugar más adecuado que para celebrar un aniversario. Así de simple.
Había leído buenas reseñas de este lugar y nos animamos a visitarlo para vivir la experiencia (suena como el EJE pero de verdad, tienes que vivirlo)
Recomiendo reservar si, porque si no, puede que no encuentres mesa y pah drama, por eso mejor asegúrate.
Tienen una carta muy extensa de platos y guarniciones, siendo además muy amables en la atención, prestando ayuda para elegir entre tanta cosa rica que se ve. En nuestro caso pedimos papas fritas (obviamente estaban deliciosas) pato a la naranja y queso camembert apanado con manzana y nueces (delicia) ambas cosas sublimes, el pato estaba de primer nivel con unas papitas confitadas en la grasa de la misma ave que oh my gosh.
Siendo mañosa con los martinis me aventuré a pedir uno para probar y estaba muy bien preparado. De postre pedimos «la locura del chef» que es una delicia, pídalo aunque le quede poco espacio estomacal. Vale la pena
Lo mejor de todo es que para el nivel de lo ofrecido y la atención es que los precios no son una usura ni te ofrecen platos donde casi la comida nada en un plato inmenso. Platos abundantes, ricos y un enganche para volver. Me encantó

Cumplió con todas la expectativas porque la comida me pareció excelente, así como la atención .
Posee una carta extensa y todos los platos parecen increíbles así que uno no sabe cuál elegir.
Respecto a la bebida, en mi caso opté por tomar una copa de vino en lugar de una botella.
A pesar que había mucha gente, no hubo que esperar tanto para que nos trajeran la comida, lo cuál habla bien de la organización del lugar.
Nos fuimos muy satisfechos ya que el precio es acorde a la calidad de la cocina y del servicio.
El que quiera ir, debe hacerlo temprano o reservando sino conseguir mesa se complica.

Cumple con todas las expectativas.
Le Bistrot, esta ubicado en una zona súper bonita y su comida es espectacular.
Yo fui hace poco un día de entre semana. Tome plato de carta pero también hay menú a precio súper asequible, lo único eso si, es que debes ir muy pronto porque pronto se acaban los platos de fondo del menú.
Entonces ante esa situación desconocida para mi hasta el momento, pedí unos Fettucine de dos salmones, espectaculares. Muy recomendables si te gusta la pasta!
El menú creo recordar que rondaba los 5.000 pesos y si pides la carta no sube mucho mas de 7000 – 8000 pesos.
La atención es muy buena y el servicio muy rápido. De verdad que merece la pena!
os invito a pasaros :)

Para una ocasión especial, fui a cenar al Le Bistrot. Nunca había probado la comida francesa por lo que no tenía cómo compararla. Hoy puedo decir que este es una muy buena opción para disfrutar de la gastronomía gala. La calidad de sus platos es tan buena como su relación con los precios.
En esa época todavía comía carne, por ello mi elección fue la pechuga de pato a la miel con papas confitadas y champiñones. Debo reconocer que fue un plato delicioso y realmente se nota la dedicación en la preparación de éste.
Hoy, para volver al Le Bistrot debo pedir o una ensalada (que no tiene nada de especial) o un omelette de champiñones. La carta de platos para vegetarianos no es buena. Pero eso no es culpa del restaurante, sino una característica de la cocina francesa.
Los postres también son una delicia: los mejores son los profiterolles, unas masitas rellenas de helado de vainilla con salsa de chocolate y crema chantilli; y la locura del chef, un budín de chocolate tibio con centro de caramelo y helado de vainilla. Oh la la!

Me encanta la cocina francesa, la cocción lenta de los ingredientes, el amplio uso de los interiores, y por supuesto sus vinos, me llevaron a conocer Le Bistrot. Para entusiasmar a cualquier comensal, llega una panera con pan calentito y un rico paté de la casa, que hace olvidar para siempre el paté de supermercado que uno compra, es otra cosa!
El boeuf bourgignon es una delicia, carne perfectamente cocinada por horas que se corta con tenedor, acompañado de unas ricas papas fritas caseras. El pato en todas sus versiones (confit. magret) también es muy rico.
Otro plato recomendable para los amantes de las guatitas como yo, es el «Tripe a la Mode de Caen» que viene en una ollita caliente. Al destapar, salen los aromas inconfundibles de una cocción muy leeenta de callitos, verduras, patitas de chancho y aliños varios.
Considero la relación precio/​calidad bien buena, creo que el único pero ha sido la atención, que siempre ha sido regular, principalmente por el desconocimiento de los platos por parte de los mozos, que transforma todo en un ir y venir de preguntas al chef y porque me ha tocado más de una vez verlos discutir «a chuchada» limpia entre ellos, y eso no es muy bonito que digamos…