Sabores del Ají Seco

Rico, pero un poco caro para lo que es, pisco sour bien recomendable, el ceviche igual. Lomo salteado y suspiro no tanto

Rico, bonito y con estacionamiento. ¿Qué mejor?
Soy asidua a los restaurantes peruanos, pero siempre como lo mismo. Esta vez decidí innovar con el local y con el plato y no me equivoqué: la Pariguela de pescado y marisco del Sabores del Ají seco de Bilbao es un placer… más aún en un almuerzo de domingo, después de un sábado caído al litro ¡¡¡Como para levantar muertos!!!
Se trata de un plato desbordante de caldo contundente, colitas de camarón, pescado, ajicito amarillo (tranquilos, no pica) y patitas de jaiba. Maravilloso, pero me ganó porque es más abundante de lo que parece.
La sopa tiene un sabor delicioso, que sobrepasa lo que uno espera del sabor del pescado y el marisco.
Pese a que estaba lleno, fuimos muy bien atendidos y no tuvimos que esperar más de 10 minutos por nuestros platos… espera que con un buen sour no es problema.

Hace tiempo que andaba con ganas de entrar a éste restaurante pues a todo el mundo le encantan los Ají Seco, y porque siempre hay harta gente entrando con cara de hambre ahí, así que llegamos a las 19:30, y como abren a las 20:00 la cocina, nos sentamos mientras por un aperitivo. Pucha que rico es el sour peruano, llegó heladito e impecable, al primer sorbo, ya uno quiere comerse 3 platos de una.
Pasa aquí lo que pasa en todos los restoranes peruanos, lo quieres todo! todo suena bien, todo te tinca, pero bueno, no se puede tener todo en la vida así que partimos con unas yuquitas fritas con huancaína, muy sabrosas, una porción de buen tamaño.
No pude dejar de pedir un clásico: chicharrón de pescado, cubitos de pescado apanados cubiertos de «sarsa criolla» (sic). Mi compañero pidió un plato que me dejó mal: pollo relleno con alcachofas + espárragos + queso cubierto por una dulzona salsa de carmenere, acompañado de un rissotto de TOCINO con champiñones.
Como favor personal, si va, por favor pida ese plato, no se va a arrepentir!
Los platos son abundantes así que no hubo espacio para postres, pero volveremos! El lugar es bastante grande, los mozos te atienden de lo mejor, la relación precio/​calidad está bien, así que hay que repetir la visita.