Youserv

Me encantan los helados y quedé en completo shock ayer cuando escuché en la calle a una madre descriteriada decirle a su hijo pequeño algo así como que en invierno no se toman helados. Casi me doy vuelta para entrometerme en aquel drama familiar –el niño iba llorando, obvio, a nadie se le debería negar un helado con un argumento tan pobre– pero preferí abstenerme, en una de esas por mi culpa castigaban al niño de por vida sin helados. Y eso sí que es un crimen.
En mi afán heladístico me veo absolutamente fascinada por el Youserv y su sistema donde literalmente tú mismo te sirves el helado, las salsas y los toppings. La cosa es sencilla: entras como en un buffet, escoges un tamaño de vaso y vas pasando por las diferentes máquinas de helados con distintos sabores en base de yogurt, hay varias frutas ácidas, como la naranja, el melón, algunos berries, mango, frutilla, frambuesa, además de sabores más clásicos como manjar, chocolate y leche condensada. Escoges algunos de los sabores y vas echando al vaso a tu gusto.
Después de eso pasas a la zona de salsas y toppings, donde puedes agregar salsas de distintos sabores, como caramelo, chocolate, manjar o frutilla o topping de frutas, dulces o chips de chocolates. Las combinaciones son muchísimas y puedes hacer cosas muy ricas o muy aberrantes, todo depende de tu imaginación.
Ahora viene la parte triste, con tus sabores, salsas y topping escogidos pasas por caja y pesan tu vaso, como el cobro es al peso, si te excediste, el heladito te va a salir súper caro. Si fuiste moderado, entonces el precio va a ser menor.
No es por ser agua fiestas pero encuentro que la parte de las salsas y toppings están un poco de más porque los helados son tan ricos –y son tantos los sabores combinables– que no necesitas nada que distraiga el paladar de la experiencia del helado. Totalmente recomendable.