Este bar me trae recuerdos muy gratos ya que fue el primer bar que visite. Recuerdo que tenía 14 años cuando mis hermanas me llevaron, fue todo un rollo para entrar ya que por ser menor de edad no me dejaban pasar. Convencieron al gerente y con la condición de no tomar me dejaron pasar. Me divertí mucho ese día y desde entonces me gusto venir aquí, ambiente agradable, servicio bueno, fácil de llegar y una buena ubicación. Recuerdo que pidieron una piña colada sin alcohol, nos sirvieron una botana muy rica, carne tártara y frituras, la música era de la época, mucha gente asistía a este lugar y la verdad es que tenían costos muy accesibles. Es un lugar muy a gusto para estar una tarde, amables al momento de atenderte, aunque ya es un lugar popular en león también la competencia hace que ya no sea la misma cantidad de gente la que frecuente este lugar. Es un lugar al que me gusta mucho regresar, aunque se que hay otros mejores pero también este es una opción buena.