Da mucho gusto ver lugares como«El Negro». Es una sorbetería o heladería pequeñita, con un proceso artesanal para la producción de los helados y sabores tradicionales de la región, como son el mamey, el elote, el coco entre otros. Claro que dependiendo de la temporada hay diferentes sabores, ya que son naturales y al comerlos sientes cómo estás mordiendo la fruta. Los precios son exageradamente bajos, la atención, como siempre ha sido conmigo, excelente, directamente del dueño. Les recomiendo mucho la champola. Mi novio me la mostró una vez(él es el experto) y quedé impactada. Es un vaso con helado de coco y leche condensada, ya se imaginarán lo dulce y sabrosa que está la dicha champola. Otra cosa son las barquillas. Fabricadas con su propia fórmula, están deliciosas. Hay dos, les recomiendo pedir la que está un poquito más cara(como 2 o 3 pesos). Ubicada al poniente del centro, dirigiéndonos hacia la avenida Itzáes, es un lugar que sin duda debes probar, si eres de la ciudad o si eres turista, ya que es un postre tradicional de la región.
Berica S.
Place rating: 5 Mérida, México
Sorbeteríà la principal El negro o el «negrito» como solía decirle mi abuelito, es una de las mejores sorbeterías que conozco en la ciudad. Les juro que el helado(yo me refiero a todo como helado, discúlpenme si lleva otra denominación) de chocolate que ellos hacen es mi helado favorito sobre la faz de la tierra. Me encantan que vendan helados de diferentes sabores como mamey(el cual sabe realmente delicioso y es otro de mis grandes favoritos), guanábana, coco, elote y cuando hay temporada de pitahaya, hasta de ese sabor hacen y es la verdadera locura, porque yo al ser una«Pitahayalieber» siempre tenía que ir a comprar mi bote de nieve. Pueden comprar el helado o la nieve en barquilla, en vaso o si quieren llevarla a su casa por medios litros o un litro. Tristemente dejé de frecuentar la sorbetería después de que mi abuelito falleció, hace unos 7 años ya que era él, quien nos llevaba a mis primos y a mí a comprar el helado y después de su partida no me quedaban muchas ganas de visitar el lugar si mi abuelito no estaba aquí para compartir una nieve con nosotros. De cualquier manera en fechas recientes regresé y sigue siendo el mismo sabor que antes y me trajo muy gratos recuerdos; así que se las recomiendo ampliamente a todos los que lean esta reseña.