Pisa Pizza

Tuve la oportunidad de visitar este restaurante, el cual me pareció lindo, es pequeño pero con un diseño llamativo.
La especialidad son las pizzas de leña, las cuales son muy buenas son delgaditas, con pocos ingredientes, pedimos entre varios una argentina que tenia entre otras cosas chorizo argentino, estaba muy ligera nada condimentada, sabía muy rica.
El menú es amplio puede encontrar ensaladas, pastas, pizzas etc.
El servicio es bueno pero podría mejorar, lo recomendable es que hagan la recervación para que puedan estar más a gusto.
Entre las cosas que no me gustaron fueron los baños no son feos pero tampoco lindos y lo peor es que es uno para cada sexo.
El ambiente es muy tranquilo ideal para ir con los amigos y poder platicar, la música que ponen es buena, sí eres joven te identificarás luego con este lugar.
Las pastas también se ven muy sabrosas será una nueva oportunidad para que regrese a este lugar, lo vale.
Los precios son accesibles además comes muy rico y quedas satisfecho, lo malo es que no tiene estacionamiento,
Una buena opoción para ir a cenar, la pasarán muy bien, comes muy rico, bien por pisa pizza.

Yo nunca había visitado esta pizzería hasta hace poco en una reunión de «yelpers», el lugar me pareció muy agradable ubicado en una zona muy agradable de la colonia Reforma, los cristales y la luz tenue que tiene el lugar le da un ambiente muy bueno para una de esas platicas largas y tendidas, le decoración tiene un toque mediterráneo, con el plus que le da el horno donde se preparan las pizzas.
En el menú puedes encontrar ensaladas, pastas (que no probé pero de lejecitos no se vea de lo mejor, quien la probo fue Octavio Z. puede comentar sobre el sabor de la pasta) y claro pizzas, de varios ingredientes, margarita, argentina, etc., el sabor no me agrado mucho, muy simple para mi gusto, poco sazonada, la masa es extra delgada y realmente no le encontré mucho sabor. Ojala mejoren este punto del sazón. Para beber puedes ordenar café, refrescos, cervezas y vino.
Los precios de las pastas y bebidas van de intermedios a caritos, pero nada exagerado, la pizza es barata, con 250 pesos puedes comer y tomar algo tranquilamente. El servicio es regular y un poco informal.

Este es el lugar preferido para comer de un muy buen amigo mío con el que generalmente me escapo para ir con el a sus lugares de comida cuando sale del trabajo y que solamente cuenta con dos horas para la comida, este lugar le encanta siempre quiere ir ahí, propone este y otros dos lugares y nada más, alguna vez me deje engañar y en lo que yo llamo el engaño más grande me llevo a la misma pizzeria toda una semana y es que en ese entonces yo no sabía que era la misma esta sucursal y la de Jalatlaco, la calidad en sus productos me dio sospechas muy fuertes pero era tan rico que decidí hacerme de la vista gorda.
Sus pizzas están echas al horno y tienen una excelente consistencia que se nota en lo crocante de su corteza, las pastas que aquí venden son de lo más delicioso, en mis favoritas esta la bolognesa que tiene suficiente salsa y carne para quedar satisfecho a la primera.
El servicio es bueno, muy casual pero con esa distinción de un buen lugar, no se tardan mucho en llevar tu orden a la mesa, yo creo que por eso es de los lugares preferidos de mi amigo, hagan de cuenta que en 40 minutos ya terminaste de comer y aún queda tiempo de la sobremesa con todo y café o como yo, que prefiero hacerla con vino, ya que andamos con el estilo mediterráneo.
Los precios están de lujo, no es nada caro quedar bien satisfecho en este local y es sorprendente porque sus productos son de excelente calidad lo que no se cuestiona ni por un momento porque lo que se ve no se juzga (dijera Juanga).

Este pequeño y original restaurante italiano, de repente «apareció» frente a mí, está ubicado en uno de los barrios con más historia en la ciudad, el barrio de Jalatlaco. Desde que lo vi, quise ir, pero por una u otra razón la visita se posponía; hasta que por una reunión de trabajo nos citaron, cuál sería mi sorpresa cuando me dijeron que el punto de reunión era en «Pizza Pisa» de la Colonia Reforma, el sitio ha cobrado tanta popularidad que ya cuenta con una nueva sucursal, y es de ésta de la que les voy a hablar.
Pizza Pisa de la Colonia Reforma es similar a su hermana del barrio de Jalatlaco: pequeña, íntima, con un buen servicio y un pequeño horno de leña. Éramos un grupo de más de 20 mujeres (imagina eso en un espacio reducido; pues los meseros se las ingeniaron súper bien y quedamos cómodas y felices. El servicio fue lento, pero considerando el número de asistentes se comprende. ¿Te gusta el vino? Sin ser una gran conocedora, quedé muy contenta con la copa del vino de la casa, así como del clericot (ri-​quí-​si-​mo), las pastas son muy buenas y las pizzas de masa súper delgada y con ingredientes como arúgula y jamón serrano, me conquistaron por completo.
Los precios no son altos, los considero justos, quizá es importante recordar que en este sitio no aceptan tarjetas de crédito, lo cual a estas alturas no termina de convencerme de un lugar, pero quizá al recordar la buena charla, la excelente atención y esas copitas de vino tan ricas, el asunto del pago (¿será siempre así?) quedó minimizado.