Casa Dragón

Otro lugarcito buenon para la comida china es este restaurante, lo he visitado con buenos amigos, y la verdad es que está muy rico, y no es caro comer aquí. Además de estar muy cerca de la UABC.
Cuando llegamos se estaba desocupando la mesa que siempre usábamos, así que nos esperamos unos 5 minutillos para utilizarla, ya una vez en la mesa, algunos pidieron pollo enchilado, otros una sopa que a la fecha no entiendo creo que es de pulpo, y otros un clásico cantonés, aquí puedes tomar una cerveza, si gustas acompañarlo así, yo prefiero una coquita bien fría. Siempre tienen la televisión prendida, con programación variada, pero bueno cuando vas con tus amigos la televisión no es necesaria.
Nos atendieron muy bien, y rápido, y todos satisfechos nos quedamos ahí un rato más después de comer, para seguir la plática.
El lugar es color rosa por fuera, pero por dentro es beige un tono que resulta muy acogedor.

Me gusta la gente que se arriesga. Los que no arriesgan no trascienden. Los que arriesgan demasiado perecen. La fórmula correcta es calcular el riesgo. La única forma de calcular el riesgo es sabiendo lo que haces.
Alguien de Asía estando en México en su momento tomó un riesgo. Se le ocurrió que la comida asiática podría ser un éxito en un país al otro lado del mundo. Así es como nació la comida china fuera de Asía. Así es como nació Casa Dragón.
El lugar es pequeño, pero muy agradable. La comida es rica. El té helado lo mismo. El servicio al cliente agradable. Y cómo no va a ser agradable si la actitud se nota. Se nota cuando es una actitud positiva. Notarás que en Casa Dragón hay mucha de esta actitud.
Había ido a muchos otros restaurantes de comida china, pero nunca había comida la sopa de aleta de tiburón. Esta sopa tiene un aspecto hasta cierto punto poco apetecible. Hoy, al igual que no se juzga un libro por su portada, tampoco juzgo la comida por su apariencia. Aquella sopa estaba muy rica. Te la recomiendo.

Como ya he dicho en otras reseñas, Mexicali y Tijuana son famosos por sus restaurantes de comida china, y cada uno es distinto debido a la región de China que preparan sus alimentos. En este caso he visitado por 4 años este restaurant ya que era el más cercano a mi escuela y a mi casa, así que fácilmente lo frecuentaba 2 o 3 veces a la semana, y siempre pedía uno de dos platillos. El pollo enchilado, de cariño «pollito», y la sopa de aleta de tiburón.
Este era el punto de reunión de mis amigos, por lo que le tengo un gran aprecio al lugar. Y los empleados son siempre muy amables, incluso hubo un tipo una chica originaria de China que estudiaba español y siempre buscaba comensales que la ayudaran con su pronunciación o con algunas palabras, por lo que era muy agradable ir a conversar con ella y así aprender solo un poco de su idioma.