En cuestión de diseño es uno de los restaurantes de mariscos más agradables del Malecón de Playas. Mesas de madera, ambiente marino. Terraza al exterior para pasar un rato al aire libre mientras comes al lado del mar. Todo pulcro, limpio. Apenas entras te dan la bienvenida y se ponen a tu servicio; me gustaron las atenciones que tuvieron conmigo como mover las sombrillas para que, durante mi estancia, no me diera el Sol al exterior, preguntarme si mi cerveza estaba bien o le hacía falta algo(las cubanas llevan jugo de limón, sal, salsa de soya y para sasonar). Por otro lado la comida estuvo muy muy rica, los precios accesibles. Comí coctel de camarones y quedé sorprendido y satisfecho, con ganas de más pero sólo agregué una empanada. Ya había comido mucho antes y mi visita correspondía no a una comida en forma sino a parte de mi investigación para Unilocal en Tijuana así que tampoco pretendía atascarme de mariscos. Cosa que hubiera hecho con todo gusto de no tener que probar las mil cosas diferentes que ofrece esta ciudad en cuestiones gastronómicas. Recomiendo venir si andas por el rumbo e indeciso sobre dónde comer. Es una opción mas nice que otros restaurantes sobre Avenida Pacífico.